Es de esas cosas que te propones, que iras, que algun dia...pero cuando por fin te decides ha merecido la pena cualquier espera. Podria definir este viaje como
"El peor momento para tener un golpe de buena suerte"
Y creo que hoy por fin, con algo de cansancio todavia encima, y algun que otro daño colateral, es el momento de ponerme a escribir sobre ello y de dejaros algunas fotos malas queriendo ser buenas. (con camara buena se puede sacar perfecto incluso algo que no lo es, y con la mia se puede sacar algo como insensible e impercepcible de lo que incluso ya es perfecto, pero una hace lo que puede.)
No te das cuenta de cómo cambia algo segun como lo mires. Subjetivamente pense que Oslo era una capital insulsa y aburrida, pero de nuevo, subjetivamente me equivoqué. A pesar de ello, solo fue un cominezo para el resto del viaje.
Empiezas a notar el color de Noruega segun subes hacia el norte, y cuando descubres las Islas Lofoten...te das cuenta de lo importante que es que las cosas no esten en todos los carteles de las agencias turisticas, en todas las guias y ofertas para viajar. Senti que no era nadie, pero que podia serlo todo.
Despues de colarnos como estudiantes pobres en un crucero, experimentar el agua de un jacuzzi a 38º en la cubierta del barco, mientras cruzabas entre montañas nevadas, llegamos a las islas Lofoten. Alquilamos un coche de segunda mano y nos recorrimos fiordos, acantilados y pueblos pesqueros, cuya unico entretenimiento en estas fechas es la de esperar a que los millones de bacalaos se sequen...dando un olor caracteristico al paisaje cada vez que abrias la ventanilla. Parabamos cada 100 metros para intentar robar la mejor foto de todo aquello, porque cada paso que dabamos se merecia el detalle...aun asi , me repito, no hacen justicia, y aqui va una pequeña recopilacion en la que espero podais apreciar, aunque sea lo mas minimo, lo que pude sentir viendolo.
El pueblo de "A", el pueblo con el nombre mas corto del mundo.
Subiendo hacia Reine

El pueblo de Hamnoy
Un pueblo que ni recuerdo el nombre, pero gracias a equivocarnos lo conseguimos ver.

Desde luego que si te preguntas si ir o no hasta alla arriba, cuando viajas a Noruega, mi consejo es que ni lo dudes. Salimos de aquellas islas, con la incertidumbre de no saber ni siquiera las combinaciones de transporte para bajar hasta los fiordos. Con un poco de la suerte que ha caracterizado el viaje conseguimos durante algo mas de 27 horas seguidas conectar trenes, ferries y autobuses, y colocarnos en un pueblo llamado Geiranger, cruzando en ferry el fiordo de los trolls, dicen el mas bonito de todos. Supongo que por ello en 2005 consiguio el titulo de nobleza formando parte del patrimonio mundial de la Unesco.

Despues de pasar, lo que para algunos podria ser una hora de mala suerte, pero para nosotros solo fue una hora esperando a que la gran oportunidad pasase, una pareja de noruegos nos recogio de la carretera en la que hicimos auto-stop. Pudimos comprobar la amabilidad de éstos cuando paraban el coche para explicarnos historias sobre las montañas o glaciares, y que pudieramos hacer fotos. Viajamos con ellos mas de los esperado, y ahora si, ya estabamos metidos de lleno en los fiordos, mas concretamente en el de los sueños, el mas largo de todo noruega.
Pasamos unos dias con calor y cansancio, y comiendo todos los tipos de salmon de la zona. Probamos la ballena (bastante poco, apenas un minibocado, que hay bastante escased) y terminamos en Bergen, tambien patrimonio mundial de la Unesco, cogiendo un avion directos a copenhagen.Y en Cph una rutina muy dulce esta vez con la mejor compañia. :)
Y como regalo, para el que lo quiera, y el que no, os dejo un trozo de lo que fue un rato de una noche de tren.
"Aqui estoy en el tren direccion Trondheim. supongo que la noche y el tren me han llevado, una vez mas, a escribir aqui. Llevo un rato despierta, intentado ver algo en el cielo, que me indique que la aurora boreal realmente existe. Si alguien tuviera que elegir una noche para ver ese fenomeno sin duda elegiria este, o uno como este pero en otra epoca del año, supongo.
Es un placer viajar con este paiseje en la ventana, por momentos no consigo distinguir el borde de la montaña del cielo nevado, o mas bien era la montaña nevada. En otros momentos las escasas luces de pequeñas cabañas de pescadores se pierden y reflejan en los enanos fiordos, que no son tan enanos...y en medio de toda esta inmensidad yo.
Luchando por no quedarme dormida y perderme algo de lo que estoy segura existe en alguna parte. Aun asi merece la pena, es mas ni siquiera merece ser comparable, todo esto, con las esterllas de fondo o de techo...
veo un reflejo verde en el cristal, pero solo es la luz del baño del tren...es cierto, quizas sea una de esas cosas que es mejor no ver, y solo imaginar. pero estoy segura de que cada vez que bajo mi mirada para escribir sobre ello está ocurriendo, y luego desaparece de nuevo, porque es así. ¿será que está ahi y podré verla?
No, supongoque que esta noche no. Entonces si es asi vuelvo, prometido que vuelvo."

1 comment:
Ya te lo dije, la Aurora no merece la pena, o por lo menos la que yo pude ver.
No obstante Noruega es un país del que enamorarse y seguro que tú lo exprimiste al máximo.
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